FRANCISCO ÁLVAREZ JIMÉNEZ
"QUICO"

    Francisco Álvarez o Paco el “Quico” como le conocemos, es un facinense que tuvo que salir del pueblo para buscar ese futuro que aquí se hacía difícil por aquellos tiempos.

         Hijo de Francisco Álvarez Serrano “El Quico” y Francisca Jiménez Marín, “Curra”, matrimonio súper conocido en nuestro pueblo, en cuyo seno nacieron también Antonio, María Luisa y Federico. A este último le conocemos más por Jesús.

         Vio la luz en el año mil novecientos cincuenta y uno cuando la vida era dura, sobre todo para esta familia numerosa que vivía de los ingresos del negocio de la barbería, pero se iba tirando.

         El fallecimiento de su padre dejó a la viuda con unos hijos jóvenes todavía para el trabajo, sin embargo no le faltaron “arrestos” para intentar continuar con el negocio familiar, aunque cómo otros del pueblo debió  dejarlo con la llegada de las máquinas de afeitar y las cuchillas de “usar y tirar”, aunque tampoco era la barbería la ilusión de Paco.

         Con poco años para trabajar, ya entró ha hacerlo en la fabrica de Mangas.

         Aficionado a los deportes, especialmente al fútbol, habiendo sido uno de los mejores medios, por no decir el mejor, que ha crecido en Facinas, uno más de los jóvenes que pudieron vivir del fútbol pero que le perjudicó vivir en un pueblo chico con toda falta de oportunidades.

         Interesantes tertulias se formaban en la barbería en aquellos tiempos que el equipo de Facinas lucía con el apoyo incondicional de Juan Quintana “El Litri”.

         Paco, además de ser un gran futbolista, era una criatura que se daba a querer con todo el que trataba, por lo que se sintió la decisión de abandonar el pueblo para buscar trabajo en otro lugar.

         Por aquel tiempo el destino de casi todos los que emigraban era la Costa del Sol, y a Estepona se fue Paco, encontrando pronto trabajo y conservándolo gracias a su trato y capacidad, aplicándose a la hostelería, rama a la que se dedicó consiguiendo ser un gran profesional.

         En aquella ciudad encontró a la mujer de sus sueños, Mari Carmen Gil Calvente, con la que se casó y con la que tiene dos hijos; Francisco y Estefanía, que han recibido la herencia de la condición de la familia. El hijo Paco encontró en Facinas su media naranja, Rosi Orellana, con la que forma una pareja estable y residente en nuestro pueblo. Estefanía estudia en Granada, y también ha demostrado su debilidad por Facinas, habiendo participado en nuestras Fiestas Patronales cómo Dama de Honor.

         Con el paso del tiempo, Paco ha conseguido tener su propio negocio; “Bar Paquito”, en una de las zonas más concurridas de Estepona, cerca del paseo marítimo.

         Aquí, ayudado en muchas ocasiones por Mari Carmen, ha conseguido reunir una fiel clientela gracias a la calidad y sabor de sus buenas tapas y al trato respetuoso, amistoso y humano de  él.

         Paco forma parte de esa legión de jóvenes facinenses que no pierden el contacto con su pueblo, conservando los amigos de siempre y el interés por todo lo que pasa en su pueblo.

         Una de esas personas  cuyas huellas no se borrarán nunca entre sus amigos, ni en las calles de su pueblo.